El día 12 de septiembre de
2012, la Corte Constitucional divulgo un fallo por medio del cual obligaba al
actual procurador Ordóñez “rectificar un comunicado de prensa del 21 de octubre de
2009, en el que dijo que una sentencia de tutela de la Corte obligaba a hacer
“campañas masivas de promoción del aborto como derecho”, lo que no es cierto;
tiene que modificar la posición oficial de la Procuraduría sobre la ‘píldora
del día después’ para aclarar que utilizarla no es abortar y que su uso hace
parte del servicio de salud que pueden elegir las mujeres, contrario a lo dicho
por Ordóñez; modificar la circular 029 de 2010 en la que el Procurador decía
que la objeción de conciencia no tiene límite, lo que es falso; y eliminar de
la circular 021 de 2011 la posibilidad de que las instituciones presenten una
objeción de conciencia para no realizar abortos. “ según informó la Silla Vacía.
Coincidencialmente, ese
mismo día el Presidente Santos dio a conocer su política de equidad de género dirigida
a generar las oportunidades económicas a las mujeres y servir así como un medio
integrador entre la sociedad (enfoque de género implícito) y la actividad
económica, con la premisa de tener en contexto la capacidad potenciadora de la
mujer como fuente de desarrollo económico y social. En esencia, los
lineamientos de esta política pública están enmarcados bajo los principios
orientadores de igualdad y no discriminación, interculturalidad, reconocimiento
de la diversidad y de las diferencias desde un enfoque de derechos, autonomía y
empoderamiento, participación, entre otros. El objetivo general es asegurar que
las mujeres gocen de sus plenos derechos a partir de la diversidad cultural y
étnica del país haciendo énfasis en las mujeres que son víctimas del
desplazamiento, mujeres cabeza de familia, mujeres víctimas de cualquier tipo
de violencia y mujeres gestantes.
Mas allá de la
coyuntura política de elección del procurador, el hecho de que se diera una
discusión sobre los derechos de las mujeres a estar informadas, en este caso
especifico, sobre sus derechos sexuales y reproductivos da una razón de evaluar
el papel protagónico (en mis términos) de la mujer, y especialmente sus
derechos en general, como fuente generadora de bienestar específicamente en los
hogares. Esto se ha discutido mucho en
la literatura económica, pero dado la síntesis del análisis, se mencionaran
algunos trabajos en los cuales sustento mi punto de vista. Anderson y Eswaran (2007) examinan los
determinantes de la autonomía de la mujer dentro de los hogares en economías
emergentes. Ellos encuentran, usando información de hogares rurales de
Bangladesh, un efecto diferenciador de los ingresos obtenidos en actividades
económicas fuera del hogar frente a los ingresos obtenidos en granjas cuyo
dueño son sus propios esposos. Los primeros permiten equiparar el poder de la
mujer como punto de referencia en las decisiones de consumo que un hogar toma.
Galor y Weil (1993) examinan un mecanismo de enlace entre fecundidad y
crecimiento económico. A partir de un modelo de equilibrio económico, los
autores demuestran que existen diversos estados estacionarios para los países
en función a sus tasas de fecundidad. El hecho de incrementar los salarios de
las mujeres reduce las tasas de fecundidad dado que incrementan el costo de
oportunidad de una mujer en cuidar a un nuevo hijo. Concluyen que países con un bajo nivel de capital inicial puede
converger a una trampa de desarrollo con altas tasas de fecundidad, bajo
capital y bajos salarios relativos para las mujeres.
Goldin (2006) hace un análisis descriptivo
sobre el proceso de cambio histórico del rol de la mujer dentro de la sociedad
estadounidense. Destaca tres fases evolutivas y una última fase revolucionaria (desde
1970 hasta nuestros días) en el que la mujer a decidido ser más participativa y
ser condicionante propio de su destino. La
autora hace énfasis en tres aspectos que distinguen las fases evolutivas y la
revolucionaria: i) el horizonte, en donde paralelo al proceso de acumulación de
capital humano, las mujeres perciben una participación más activa y continúa en
el mercado laboral. ii) Identidad, donde la mujer encuentra una individualidad
y empoderamiento en su trabajo, carrera o profesión y finalmente iii) la toma
de decisiones, donde se hace un contraste en un rol equitativo de la mujer en
la toma de decisiones relacionadas con temas de trabajo (en un contexto en que
la mujer tenga una pareja), o un rol secundario donde sus decisiones están
condicionadas a las decisiones tomadas por el hombre (una especie de variable
exógena que condiciona su toma de decisión). Isen y Stevenson (2010) encuentran
que la educación ha tenido más impacto en la vida marital de las mujeres que en
los hombres. En síntesis encuentran que las mujeres con educación universitaria
se casan a una mayor edad, tienen menos hijos, son menos propensas a ver el
matrimonio como un mecanismo de “seguridad financiera”, son más felices en su
vida familiar y de pareja sumado al hecho de que se disminuye su probabilidad a
divorciarse. En cuanto a la relación de la política con la búsqueda de la igual
de género quiero mencionar dos trabajos muy interesantes. En un contexto
latinoamericano Pachón, Peña y Wills (2012), con información de la base de
datos LAPOP 2008 (Latin American Public Opinion Project) buscan encontrar los
determinantes de la participación política de distintos países latinoamericanos
discriminando el análisis por genero. Cabe mencionar que la definición de
participación engloba desde el concepto de participar en elecciones,
manifestaciones, partidos políticos y haber trabajado en campañas electorales. Estos
autores encuentran que el hecho de estar trabajando es un mecanismo que fomenta
el empoderamiento de la mujer y hace que estén más interesadas en la toma de
decisiones sociales. El número de hijos, su nivel educativo y su ingreso son
variables relevantes para explicar este fenómeno social. Finalmente Duflo(2011) destaca que la relación entre empoderamiento de la mujer y desarrollo
económico esta cercanamente ligadas. Dada la diversa literatura que hace
mención en la relación de dos direcciones de estas variables, la autora hace
énfasis en que el importante papel del compromiso político por la igualdad es
necesario para lograr la equidad entre hombres y mujeres.
Un análisis propio.
Los anteriores trabajos mencionados muestran una fuerte evidencia
sobre la necesidad de utilizar la igualdad de género como instrumento en la
búsqueda de un mayor bienestar social. El hecho de que el gobierno de Santos
lanzara una política pública para la inserción de la mujer en los procesos
productivos y sociales del país (aunque por ahora son solo lineamientos) es
positivo. Además es de destacar el diagnostico de la situación de la mujer que
hace el documento oficial el cual deja mucho que desear teniendo en cuenta que
el tema de equidad de género es un compromiso adquirido por Colombia en los
Objetivos de Desarrollo del Milenio. Para lo anterior es indispensable tener en
cuenta el papel que juega la identidad de género de aquellas mujeres que tienen
la oportunidad de participar en los medios generadores de política pública y
ver reflejadas esas convicciones en su papel de servidoras públicas. Mi punto
de vista se deriva de ese agregado de literatura económica sobre igualdad de
género basándome específicamente en como ese bienestar de la mujer condiciona
el bienestar de los hogares en general, y el de los niños en particular. Dado
el papel protector que desempeña la mujer, concerniente a los derechos de sus
hijos, es de esperar que una mejor situación para la mujeres (en aspecto
sociales, económicos y políticos) mayores serán las libertades (o desarrollo
desde el enfoque estudiado por Amartya Sen) de los menores.
A partir de la Encuesta Nacional de Demografía y Salud (ENDS) para el
año 2010 que realiza Profamilia, quiero conocer que tan vulnerados se
encuentran los derechos de la mujer. Es necesario resaltar la pertinencia de
esta encuesta para el análisis. La ENDS explora aspectos socio demográficos de
la población colombiana que van desde el acceso a salud, acceso al mercado
laboral por parte de la mujer, la
proporción de hogares cuyo jefe de hogar es una mujer, situaciones de bienestar
de los niños (medido a través de la tasa de mortalidad infantil, proporción de
niños con todas las vacunas, desnutrición crónica, entre otras variables),
indicadores de violencia contra la mujer y conocimiento de los derechos
sexuales y reproductivos de la mujer. Es de aclarar que el enfoque de la ENDS
es más amplio ya que solo se mencionaron las variables relevantes para la
finalidad del análisis.
Para comenzar se construye un Índice de Bienestar de la Mujer (IBM) el
cual está compuesto por: i) el porcentaje promedio de mujeres de 15-49 años que saben que el aborto fue
despenalizado para tres situaciones especiales, ii) el porcentaje de
nacimientos cuyas madres recibieron atención médica o de enfermera en el
embarazo, iii) el porcentaje de mujeres de 13-24 años que han participado en
actividades sobre educación sexual y finalmente iv) el porcentaje de mujeres
que al ser víctimas de violencia física y psicológica, resultaron lesionadas. El
IBM incluye variables proxy al empoderamiento de la mujer (educación y trabajo
de las mujeres en edad fértil), conocimiento de sus derechos sexuales y
reproductivos, acceso al sistema de salud y consecuencias de la violencia en el
hogar, por lo cual se procura tener un enfoque amplio en aspectos que permitan
inferir la situación socio económica de la mujeres en Colombia. Sería útil
poder tener información respecto a mediciones de victimización del conflicto
armado y desplazamiento forzoso de las mujeres y así tener una perspectiva más
amplia sobre la violencia en ellas (en especial en el área rural), pero la
información disponible no lo permite.
Gráfico 1. Variables Sociales Vs. IBM (dar click)
Se pretende mostrar el
grado de asociación lineal (no relaciones de causalidad) del IBM con distintas
variables sociales que miden la situación de bienestar de los menores y niñas
para el caso de asistencia escolar y así hacernos a una idea de la dinámica del
desarrollo social durante el año 2010 para los distintos departamentos del país
(33 tomando a Bogotá como una ente territorial aparte). Lo que se puede evidenciar a través de la
tabla de gráficos anterior es el hecho de que existen asociaciones positivas
entre un mayor bienestar para las mujeres y los indicadores de bienestar de los
menores. La desnutrición crónica, es decir, el porcentaje de niños menores de 5
años con talla inferior a la esperada para su edad basado en una distribución
estándar, parece ser menor paralelamente a valores altos en el IBM. Lo mismo
sucede para el caso de la tasa de mortalidad infantil y el porcentaje de niños
con todas las vacunas. Es de destacar la dinámica entre el hogar y las mujeres.
Un mayor porcentaje de hogares con jefes de hogar mujer está asociado a un IBM
alto. Esto se puede dar dado que al ser la mujer la encargada de tomar las
decisiones de consumo en inversión en capital físico y capacidad humana (robándole
el término a Sen), pueda que este disfrutando mayores niveles de libertad y
autonomía y es menos probable que pueda ser víctima de violencia en el hogar.
Por otro lado, las mujeres
unidas (cualquier tipo de relación) parecen gozar de menores niveles de
bienestar. Esta situación puede estar asociada a factores de dependencia
económica de las mujeres y a una mayor propensión a ser víctimas de violencia
física dentro del hogar. Así mismo un mayor IBM está asociado a menores tasas
de fecundidad y mayores niveles de PIB per cápita (departamental) corroborando
hipótesis de trabajos comentados anteriormente. Finalmente para el caso de la
educación se presenta una situación curiosa: mayores tasas de escolaridad bruta
de niñas en primaria muestran asociaciones negativas con niveles del IBM. Esta
situación no es de esperar y una posible causa es por la forma en que se
construye el indicador. Puede haber mujeres que no hacen parte de la edad para
estudiar en primaria y que lo están haciendo. El hecho de estudiar genera una
disyuntiva entre estudiar y trabajar y dado que el IBM incluye variables de
participación laboral, la relación entre el IBM y las tasas de escolaridad puede
estar reflejando esta disyuntiva.
VARIABLES
DEPENDIENTES
|
|||||
Tasa Bruta
de Escolaridad Primaria (niñas)
|
Tasa Bruta
de Escolaridad Secundaria (niñas)
|
Tasa de
Mortalidad Infantil
|
Desnutrición
Crónica
|
Tasa de
Fecundidad Global
|
|
Índice de
Bienestar de la Mujer IBM
|
-1.29564***
|
1.21818***
|
-3.65539**
|
-1.12275***
|
-4.07220***
|
(0.307)
|
(0.386)
|
(1.791)
|
(0.315)
|
(0.976)
|
|
% Crecimiento
Población
|
0.00247
|
0.02792**
|
0.01502
|
||
(0.070)
|
(0.012)
|
(0.038)
|
|||
PIBPC
|
0.04694*
|
-0.08333**
|
-0.01294
|
-0.020566
|
0.04671
|
(0.0277)
|
(0.035)
|
(0.142)
|
(0.023)
|
(0.077)
|
|
Jefe Hogar
Mujer
|
-0.31177
|
0.44533
|
-1.68122
|
-0.12559
|
-0.23555
|
(0.223)
|
(0.281)
|
(1.272)
|
(0.202)
|
(0.693)
|
|
Acceso a
la Salud
|
0.61495***
|
||||
(0.211)
|
|||||
Bogotá
|
-0.12589**
|
-0.00884
|
0.20707
|
0.03335
|
0.00040
|
(0.057)
|
(0.072)
|
(0.289)
|
(0.047)
|
(0.157)
|
|
Amazonas y
Orinoquia
|
-0.07413**
|
0.07737*
|
-0.63460***
|
0.01848
|
-0.00588
|
(0.035)
|
(0.044)
|
(0.240)
|
(0.038)
|
(0.131)
|
|
Caribe
|
-0.05569*
|
0.05452
|
-0.03350
|
0.04367
|
0.16544*
|
(0.032)
|
(0.041)
|
(0.180)
|
(0.031)
|
(0.098)
|
|
Central
|
-0.00586
|
-0.04085
|
0.02125
|
0.01300
|
0.03141
|
(0.031)
|
(0.039)
|
(0.168)
|
(0.629)
|
(0.092)
|
|
Oriental
|
-0.08894**
|
0.06069
|
-0.16898
|
0.00976
|
0.11421
|
(0.038)
|
(0.048)
|
(0.208)
|
(0.033)
|
(0.113)
|
|
Constante
|
5.09663***
|
-4.31132***
|
19.98097***
|
4.56342***
|
18.04153***
|
(1.127)
|
(1.420)
|
(6.557)
|
(1.068)
|
(3.572)
|
Errores estándar en paréntesis. Variable instrumental: mujeres unidas (cualquier tipo de relación)
***p<1%,
**p<5%, *p<10%
Fuente: Realizado
por el autor con base a ENDS 2010.
Para el análisis
econométrico se cuenta con una información de corte transversal cuya unidad de
análisis es el departamento. Las regresiones se realizan con el método de
mínimos cuadrados en dos etapas (MC2E) dado que existe el riesgo de que se
presente problemas de endogeneidad y se
utilizaron como control variables regionales, el crecimiento
poblacional, el PIB per cápita (departamental), la proporción de hogares con jefes
mujer y la proporción de hombres y mujeres que se encuentran afiliados al
sistema de salud en cualquiera de los regímenes establecidos por la Ley 100. Para este método contamos como variable
instrumental la proporción de mujeres unidas (en cualquier tipo de relación
sentimental). Las interpretaciones de los parámetros son las mismas que las que
se realizan para métodos de MCO. Con
base en el cuadro anterior, se puede evidenciar la relación de causalidad entre
el bienestar de la mujeres (IBM) y distintas variables sociales. Puede haber
indicio de la importancia instrumental del bienestar de las mujeres como fuente
de oportunidades económicas y sociales ya que se infieren una relación negativa
entre el IBM y variables como la tasa de mortalidad infantil, la tasa de
fecundidad, la desnutrición crónica. Además de esto, altos valores de IBM
fomentan mayores tasas escolaridad para niñas en secundaria.
Comentarios finales.
La finalidad del análisis anterior es
resaltar el papel (subvalorado) de las mujeres en la sociedad. Personalmente no
creo que deba ser necesario realizar un complejo trabajo econométrico y
demostrar lo beneficioso que resulta el papel de la mujer en la sociedad para así
reclamar su mayor participación en la política, en el mercado laboral, en el actividades
de emprendimiento, en la educación y reconsiderar a su favor el rol de
generadores de decisiones dentro del hogar solo porque estamos atados a unos
compromisos internacionales, o porque sea una moda internacional o porque
queremos mayores tasas de crecimiento económico. La única razón que daría yo es: porque si. Sé
que es una respuesta simplista pero es que la equidad de género aparte de ser
un medio, es un fin, es un elemento constitutivo del desarrollo. Lo tenemos al
frente de nuestros ojos pero no lo queremos ver. No existen razones para decir que los
derechos del hombre deban estar por encima de los derechos de la mujer. Y
debemos aceptar el hecho de que la discusión se vuelve mas compleja al tener en
cuenta temas étnicos, culturales o temas cotidianos como el conflicto armado y
el desplazamiento, pero tengo la esperanza de que se pueda dar la pelea en ese
debate con ideas: aquí mismo la estoy comenzando. En cuanto a la elección
de procurador no creo que sea correcta la reelección de Ordóñez por su
hipocresía política, porque no sabe lo que es un estado laico y por mentiroso. Esa es mi opinión como ciudadano.
Referencias:
Alta Consejería Presidencial para la Equidad de la Mujer.
(s.f.). Lineamientos de la política pública nacional de equidad de género para
las mujeres. Presidencia de la República de Colombia.
Anderson, S., &
Eswaran, M. (2007). ¿What determines female autonomy? Evidence from Bangladesh. Department
of Economics, University of British Columbia.
Duflo, E. (2011).
Women's empowerment and economic development. NBER Working Paper 17702.
Galor, O., &
Weil, D. (1993). The gender gap, fertility, and growth. NBER Working Paper
4550.
Goldin, C. (2006).
The quiet revolution that transformed women's employment, education, and
family. NBER Working Paper 11953.
Isen, A., &
Stevenson, B. (2010). Women's education and family behavior: trends in marriage,
divorce and fertility. NBER Working Paper 15725.
Pachón, M., Peña, X.,
& Wills, M. (2012). Participación política en América Latina: un análisis
desde la perspectiva de género. Documentos CEDE 06.
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